Bitácora de Dryiceman...
... a 4 días para celebrar el cumple de quien dio su vida por todos los humanos que han existido y existirán.
Por supuesto poseo atracción por diversos animales, siendo un grupo de ellos más destacados, como es natural. Nunca he sabido por qué me atraen tanto las águilas, que evidentemente lidera ese grupo de destacados. Quien me ha conocido de cerca se debe haber dado cuenta; aunque para mi total sorpresa, en una ocasión dos de mis amigos (Henry y Ángel) me identificaron con el dragón en vez de con el águila, cosa que no me desagradó para nada, pues ese animal mitológico está entre mis destacados junto a otros mitológicos y reales como el fenix, tigre, grifo,tigre dientes de sable, pegaso, leopardo, halcón, pantera, jaguar y lobo.
Desde entonces es que Adkyndia quedó vinculada tanto al águila como al dragón.
Interesante que comprobaran un ave gigante, al estilo de de las águilas de Tolkien
ÁGUILA GIGANTE
6 noviembre, 2009
La leyenda maorí sobre un águila devoradora de hombres se ha confirmado. Una investigación desvela que un águila carnívora enorme que se extinguió en Nueva Zelanda hace sólo 500 años era una depredadora temible que podía atacar presas con hasta 10 veces su propia talla. El hallazgo le da más credibilidad a la leyenda maorí de un águila gigante devoradora de hombres.
Un equipo de investigadores de la Escuela de Ciencias Médicas de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, y el Museo Canterbury en Christchurch, Nueva Zelanda, ha confirmado que el águila de Haast, la cual tenía una envergadura de ala de hasta 3 metros y garras del tamaño de las de un tigre, era en realidad un depredador y no un carroñero como se creía anteriormente.
Los restos de un esqueleto del águila gigante (Harpagornis moorei) fueron encontrados por primera vez por Sir Julius von Haast en la década de 1870. Nuevos análisis de los restos, realizados por el profesor Ken Ashwell del Departamento de Anatomía de la Universidad de Nueva Gales del Sur, y un colega del Museo Canterbury, revelan que el ave tenía una pelvis lo suficientemente fuerte como para resistir la fuerza derivada de propinar, en un vuelo en picado de hasta 80 kilómetros por hora, un golpe mortal a una presa.
Un cerebro desproporcionadamente pequeño, y otros rasgos en el águila de Haast, también respaldan la teoría de que el águila gigante evolucionó a partir de un ancestro mucho menor.
El rápido crecimiento en el tamaño del cuerpo probablemente fue consecuencia de la abundancia de grandes presas, particularmente el moa, un ave no voladora que crecía hasta alcanzar 250 kilogramos y 2,5 metros de altura. La leyenda maorí habla de una gran ave de presa, de color blanco y negro, que era capaz de matar a un hombre. (Fuente: Amazings.com)
Mi fuente fue: http://misteriosaldescubierto.wordpress.com/2009/11/06/aguila-gigante/
Investigadores británicos aportan datos reveladores sobre la evolución de la extinta águila gigante de Nueva Zelanda
Afirman que estaba emparentada con una de las especies de águilas más pequeñas del planeta
· 10 de enero de 2005
Nuevos datos genéticos de investigadores de las universidades británicas de Oxford y Canterbury, publicados en la revista "PloS Biology", aportan luz a la evolución de la extinta águila gigante que una vez surcó los cielos en Nueva Zelanda.
Antes de los primeros asentamientos humanos hace 700 años, Nueva Zelanda no tenía mamíferos terrestres, aparte de tres especies de murciélagos. En lugar de ello, unas 250 especies de aves dominaban el ecosistema terrestre. En lo alto de la cadena alimentaria estaba la extinta águila de Haast ("Harpagornis moorei"). Con sus alas extendidas midiendo entre dos metros y medio y tres, y con un peso de entre 10 y 14 kilogramos, el águila de Haast era entre un 30% y 40% más pesada que la mayor y más poderosa ave de presa viviente, el águila arpía, que anida desde América central al norte de Argentina.
Los científicos británicos analizaron ADN extraído de fósiles de huesos de 2.000 años de antigüedad. La intención, según el director de la investigación, Michael Bunce, era demostrar la relación entre la extinta águila de Haast con el águila audaz de Australia, que mide de 81 a 100 centímetros de longitud. "Los resultados del análisis de ADN fueron tan radicales que al principio cuestionamos su autenticidad", afirma. Y es que el equipo investigador llegó a la conclusión de que esta ave estaba emparentada con una de las águilas más pequeñas del mundo, el águila australiana -su nombre en inglés es little eagle (águila pequeña) y es natural de Australia, Nueva Guinea y algunas de las islas de Indonesia-, que mide sólo de 38 a 48 centímetros y pesa menos de un kilogramo.
"Aún más sorprendente es cómo de cercanas genéticamente están ambas especies. Estimamos que su ancestro común vivió hace menos de un millón de años. Esto significa que un águila llegó a Nueva Zelanda e incrementó su peso de diez a quince veces en este periodo. Un cambio tan rápido en el tamaño es desconocido en vertebrados terrestres", asegura Bunce. "Este espectacular cambio evolutivo ilustra la velocidad potencial de alteración del tamaño en vertebrados, especialmente en islas", añade.
El paleobiólogo Richard Holdaway, que también formó parte del equipo investigador y que durante 20 años ha estudiado a esta águila gigante, cree que la explicación a estos tremendos cambios está en "el tamaño de las presas que tenía disponibles y la ausencia de predadores" sobre ella.
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/2005/01/10/114936.php
El águila gigante de Nueva Zelanda
En 1871, en una excavación de huesos de moa en la ciénaga de Glenmark, en la región de Canterbury, en la isla Sur de Nueva Zelanda, aparecieron los restos de un águila enorme, desconocida para la ciencia. El año siguiente, el doctor Julius von Haast, primer director del Museo de Canterbury, publicó la descripción de la nueva especie, a la que bautizó con el nombre de Harpagornis moorei (“Ave garfio de Moore”, en honor de George Moore, propietario del lugar). El águila de Haast es la mayor águila que conocemos, con un peso de quince kilos y una envergadura de hasta tres metros.
Un reciente estudio ha utilizado la tomografía de rayos X para reconstruir el tamaño del cerebro, los ojos, los oídos y la médula espinal del águila de Haast. Comparando estos valores con los de aves de presa y carroñeras modernas, han llegado a la conclusión de que el águila de Haast era un depredador activo. Entre sus presas se contaban las aves no voladoras que poblaban antaño Nueva Zelanda, desde los pequeños kiwis hasta las enormes moas de más de doscientos kilos de peso.
El estudio del ADN extraído de los fósiles del águila de Haast ha propiciado un descubrimiento sorprendente. Antes se creía que esta especie estaba emparentada con el águila audaz (Aquila audax) australiana, una de las águilas más grandes del mundo, pero en realidad sus parientes más cercanos son dos pequeñas aguilillas del género Hieraaetus, la aguililla calzada (Hieraaetus pennatus) y la aguililla australiana (Hieraaetus morphnoides), de un metro de envergadura y un kilo de peso. (Probablemente, el águila de Haast debería ser reclasificada con el nombre de Hieraaetus moorei.) Su antepasado común, que debía de ser también pequeño, vivió hace alrededor de un millón de años, así que en ese periodo de tiempo, muy corto en términos evolutivos, esta rapaz llegó a Nueva Zelanda y creció enormemente gracias a la abundancia de presas de gran tamaño y a la ausencia de depredadores terrestres.
Fuente: http://cienciaes.com/fosiles/2010/10/20/aguila_de_haast/
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